3.8.12

Epístolas R. ( 7 ) : Martín (Hache)


Fui a ver Martín (Hache) de Adolfo Aristarain al cine cuando hacía el servicio militar en Ibiza hace catorce años.


Hay películas que te emocionan, que te hacen reír o llorar.

Las hay que te impactan por su lenguaje visual.

Hay películas que te sorprenden y otras que te dejan indiferentes.

La hay que te cautivan y que no puedes dejar de verlas una vez tras otra.

Martín (Hache) para mi es de las que no puedo dejar de “escuchar” por lo menos una vez al año.

No recuerdo ninguna otra película en la que se digan mas cosas por minuto que en ésta.

Esta mañana me he despertado a las 5:50 pensando en ti y pensando en Martín (Hache).

Me despertó un pedazo del diálogo que me impactó la primera vez que lo escuché de la boca de Martín (el padre, no hache):

“Eso de extrañar, la nostalgia y todo eso es un verso. No se extraña un país, se extraña el barrio en todo caso, pero también lo extrañás si te mudás a diez cuadras. El que se siente patriota, el que cree que pertenece a un país, es un tarado mental. ¡La patria es un invento! ¿Qué tengo que ver yo con un tucumano o con un salteño? Son tan ajenos a mí como un catalán o un portugués. Una estadística, un número sin cara. Uno se siente parte de muy poca gente; tu país son tus amigos, y eso sí se extraña, pero se pasa.”

Nunca he acabado de entender a Martín padre (¿recuerdas que pongo la senyera por la diada? debo ser un tarado mental)

He intentado esquivar (o has esquivado) una conversación que me hubiese gustado tener contigo (sigo guardando la esperanza que podamos mantener alguna conversación con un mínimo de regularidad).

Debe ser muy duro emigrar, y más a la edad en que lo hiciste, dejando lugares y gente querida.

Creo que de haberme pasado a mí me perseguiría toda mi vida un sentimiento de ser incompleto, en el sentido que no podría sentirme ya jamás completo en ningún lado.

Perdona mi atrevimiento al hablar de este tema que me es tan ajeno, espero que no me lo tengas en cuenta.

Cómo no me he podido volver a dormir, he vuelto a poner la película, me quedan algo más de media hora para completarla de nuevo, he tenido que venir a trabajar, pero las palabras que contiene han vuelto a bombardear mi cabeza y me han vuelto a hacer pensar en miles de cosas.

No quisiera que te sintieras presionado por mis correos, si no te apetece leerlos por los motivos que sea, no lo hagas.

De la misma manera que yo siento un impulso irrefrenable de escribirte y compartir contigo reflexiones y sentimientos puede ser que a ti no te haga bien, no quisiera molestarte en lo más mínimo.

Copio algunas de las cosas que se dicen en la película y sobre las que llevo meditando largo tiempo (dependiendo del año y de las circunstancias las conclusiones han sido distintas).

Sobre la relatividad y las drogas (reflexión de Dante):

“Algunas te dan placer, pero no todas. Te pueden dar pánico o hacerte sentir una angustia insoportable. Yo no soy un adicto, Hache. Digo que soy un adicto para escandalizar a los pacatos, pero no es verdad. Me apasionan las drogas, he probado todas las que he podido conseguir. ¡Coño! Me fui a México nada más que para conocer el peyote; pero nunca lo he hecho para buscar el placer o para ser feliz o para no afrontar la vida. Las drogas son maravillosas porque te abren la mente, te hacen comprobar que la verdad no existe, que todo es relativo. La droga te da otra visión, otra dimensión, te hace ver que nada es lo que parece, que nada es. La única realidad es tu realidad y será lo que tú seas capaz de ver. Cuando te llegue el momento de probarlas no tengas miedo: eres un lúcido, eres inteligente, tienes el deber de hacerlo. Eso sí, no pierdas nunca el control. Mientras tú las controles no hay peligro, que no te controlen ellas a ti. Yo estuve enganchado con el caballo, con la heroína, y por poco no salgo. Lo dejé todo, me fui de Madrid, pasé seis meses en el infierno, pero pude salir: la mayoría no sale. Si te ofrecen, porque te van a ofrecer, ni se te ocurra aceptar, la mezclan con cualquier cosa, puedes palmar en un segundo. Si quieres probarla, lo harás conmigo, pero sería mejor si no lo hicieras... es demasiado buena. Además, no lo haría sin que lo supiera tu padre y no creo que él esté de acuerdo. Hache, ¿te importa volver solo al apartamento?” Dante se va a ligarse a un asiático que ha visto en el bar y que le ponía.

Diálogo entre Hache y Dante sobre sexo:

- Hache: ¿Sos activo o pasivo?

- Dante: Esas cosas a ti no te importan. No seas indiscreto.

- Hache: Desde chico, desde que más o menos supe que eras gay o algo así siempre quise saberlo. Pero si te importa, no me lo digas.

- Dante: Cuando un hombre se mete en la cama con otro hombre para hacer el amor es igual que con una mujer: haces todo lo que te da placer: haces… y dejas hacer.

- Hache: ¿Te gustan más los hombres que las mujeres?

- Dante: ¿En general dices? No. De qué sexo sean en realidad me da igual, es lo que menos me importa. Me puede gustar un hombre tanto como una mujer. El placer no está en follar. Es igual que con las drogas. A mí no me atrae un buen culo, un par de tetas o una polla así de gorda; bueno…, no es que no me atraigan, claro que me atraen, ¡me encantan! Pero no me seducen, me seducen las mentes, me seduce la inteligencia, me seduce una cara y un cuerpo cuando veo que hay una mente que los mueve que vale la pena conocer. Conocer, poseer, dominar, admirar. La mente, Hache, yo hago el amor con las mentes. Hay que follarse a las mentes.

Diálogo entre Hache y Alícia sobre la relación de ésta con su padre y de las relaciones en general (ella es mucho mas joven que él):

- Alicia: La culpa no es de él. Nadie tiene la culpa. En todo caso la culpa es mía por no aceptar las cosas como son, como sabia que iban a ser. Estaba claro que podíamos estar juntos un tiempo pero que no había futuro.

- Hache: ¿Por la edad?

- Alicia: Por la edad. Y porque estuvimos solos mucho tiempo y nos gusta hacer lo que nos de la gana sin que nadie nos controle. Tu viejo dice que despues de los 50 los amigos importan menos, las mujeres son bienvenidas y se van pronto, y que se disfruta de la soledad mas que de cualquier otra cosa. Estuvo todo claro desde el principio. No hubo trampas. Hubo una imbecil que bajo la guardia y se enamoro. Ahi se me fue todo a la mierda: la libertad, la independencia, la edad, todo. La chica perdio la cabeza por el muchacho, pero él no.

- Hache: Papá es un tipo muy cerrado, muy encerrado. Si te quiere no te lo va a decir nunca. Nunca te va a decir que te necesita, ni a vos ni a nadie.

- Alicia: Si no lo dice es porque no lo siente, o porque lo que siente no es tan fuerte y lo puede controlar. Ah pero basta no quiero hablar mas de esto porque se acabo. A joderse un tiempo y a empezar de nuevo. Poco tiempo, porque cuando quiero puedo ser muy puta. Si. Si tuvieras 10 años mas.. no, tanto no, 5, a esta altura podrías darte por violado.

- Hache: Yo también.

- Alicia: ¿Cómo yo también?

- Hache: Que sos muy linda...

Reflexión de Hache sobre lo que se espera de un post adolescente y lo que es vivir:

“Se acabó la libertad y empezaron las obligaciones. Hay que obedecer, hay hacer lo que se debe hacer, lo que hacen todos. O estudiás o trabajás, y si haces las dos cosas sos un ídolo, un ejemplo para la juventud. Si no hacés nada sos una mierda, te dan una patada en el culo y te borran. Aunque tu viejo te pueda mantener, si no estudiás tenés que trabajar, de lo que sea aunque te paguen a mangos. Eso es ser un esclavo, no independiente.”

La verdad es que después del correo del día siete no tenía la intención de volver a soltarte un rollo semejante.

Te pido disculpas nuevamente por volver a llamar sin permiso.

Hay cosas que de mucho decirlas parece que pierden el valor que realmente tienen o deberían de tener. Si supieras las pocas veces que digo de la manera que te digo que te quiero entenderías lo estúpido que me siento por echarte tanto de menos. Besos.

Enviado 17/10/2011